El objetivo principal de la filosofía o de las escuelas del budismo es la liberación del hombre, lidiar con el deseo hasta alcanzar el nirvana.
Detrás de la figura histórica de Buda, cuyo significado es “despierto”, se esconde un príncipe llamado Siddhartha Gautama, “el que se realiza a la verdad” (siglo VI a.C.). Siddhartha sufría de los males del mundo, y de la gente, y quiso experimentar por sí mismo la futilidad de la existencia y la inutilidad del sufrimiento para luego poder explicárselo a los demás. Así pues, abandona el palacio y marcha en busca de una respuesta al sufrimiento de la humanidad.
En su camino, rechazo cualquier tipo de violencia y sacrificio hacia los seres vivos, así como el sistema de castas para salvaguardarse de la vida religiosa de los brahmanes.
Siddhartha inició un proceso de transformación, con ayunos muy fuertes y largos periodos de meditación, y a los 35 años alcanzó el nirvana (la iluminación, el des-deseo, = tener el conocimiento).
Descubrió que no tener miedo es la base de la verdadera felicidad, que es la verdad en el fondo, la cual se impone por sí misma. Tras esto, Buda quiso compartir su iluminación con sus cinco discípulos (que en su búsqueda le habían abandonado), y llega a Benarés (India), donde comparte los cuatro principios fundamentales del budismo:
- Aceptar el sufrimiento.
- Preguntarse de dónde viene el sufrimiento.
- Conocer que el dolor puede transformarse.
- Reconocer la causa del dolor para salir del sufrimiento.